jueves, 17 de marzo de 2011

Embryonic. The flaming lips



"Los punkis terminaron de ácido" era su lema a mediados de los ochenta. Y aunque estos politoxicómanos de Oklahoma ya no sean tan punkis, sus discos siguen siendo igualmente ácidos y sicodélicos. A principios de los noventa su actitud punk se suavizó. A finales de la década, las guitarras distorsionadas se convirtieron en samples electronicos y dejaros dos discos imprescindibles, el Soft Bulleting y el Yoshini battles the Pink robot. Su música ha evolucionando acorde a la edad de sus componentes, pero desde la primera maqueta todas sus grabaciones están repletas de esos ruiditos, disonancias y desvaríos que tanto nos gustan a algunos. Melodías en el límite de lo permitido para un cantante desafinado. El último trabajo del grupo hasta la fecha, Embryonic (2009) es simplemente una vuelta a los orígenes más rockeros de la banda. Bueno el último trabajo no, acaban de grabar un “remake musical” de The wall de los Pink floid, y han colgado un par de villacincos charles mansianos en su my space.
Para medir un poco la catadura de estos individuos geniales la historia de una de sus canciones: The spiderbite song. Terrible y tonta al mismo tiempo. A uno de los miembros del grupo le salio un extraño forúnculo en el brazo por el que casi se lo tienen que amputar, el creía que le había picado una araña venenosa, pero parece ser que sólo era un acceso subcutáneo producido por el consumo de heroína.



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