El líder de la banda, Mark sandman, se parecía un poco al personaje de los comics Sandman: paliduzco, delgado, sombrío y con tupé. Muchos los conocen por ser un grupo de rock que no utilizaba guitarras. Otros, por sus buenas canciones y su actitud deprimente y onírica. Como la medicina que les da el nombre. Un bajo de dos cuerdas con slide y dos saxofones unidos por una boquilla era suficiente para estos extraños tipos. Luego, la misma historia de siempre: fueron muy alabados por la crítica pero nunca tuvieron lo que los empresarios llamarían “éxito comercial”. Grabaron cuatro discos en los que fueron expandiendo su creatividad hacía nuevos territorios más complejos cada vez. En julio del 99 Sandman se despidió de la vida encima de un escenario por un ataque al corazón.
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